jueves, 28 de abril de 2011

Reencuentro de una década: Primera promoción de un gran proyecto educativo




Juan Gajardo Quintana


Después de 10 años de haber egresado, se reúnen en Linares los miembros de la primera promoción del Colegio Amelia Troncoso. Estos adultos jóvenes-su edad bordea los 27 años- han querido reforzar sus vínculos entre sí, con su tierra y con las personas y hechos que contribuyeron a determinar muchos aspectos de su presente. Algunos componentes de este conjunto, iniciaron su vida estudiantil desde su más tierna infancia como parvulitos de las tías, algunas de ellas aún laborantes en esa unidad educativa. A la mayoría de ellos los conocimos en la medianía del nivel básico o ingresando en la educación media, por el 98, año que vio nacer este nivel en el emblemático establecimiento. Varios de ellos devinieron desde otras casas de estudio, buscando refugio y alero en un ambiente educativo que respetara sus singularidades y diera reparo a sus anhelos e inquietudes, no siempre comprendidos en “colegios de alto rendimiento”, así, entre comillas. Porque no es lo mismo realizar el trabajo educativo, considerando tanto las potencialidades como las limitaciones de los estudiantes, que ir selecc ionando y podando el contingente, para ir quedándose tan solo con los selectos, aquellos que responden a la idea que se tiene del “alumno modelo”, no problemático y, al menos en apariencia, acorde con el proyecto educativo autoinferido por la conveniencia y comodidad de la institución. En el Amelia Troncoso los alumnos llegaban con su bagaje, muchos ellos con sus cargas, las cuales no era necesario abandonar antes antes de cruzar el umbral, sino que con todas y cada una de sus necesidades y conflictos, los cuales paulatinamente iban siendo resueltos y canalizados, según un proceso existencial vivido y compartido por todos los integrantes de la comunidad educativa.
Estos chiquillos pertenecen a la época pre PSU, aunque pasaron por el túnel del SIMCE y debieron someterse a la nunca bien ponderada P.A.A. Y cosa rara. Ahora los vemos realizados, profesionales, disfrutando del fruto de su esfuerzo, saludables y dispuestos para rescatar el lado bueno de las cosas. Nunca se estresaron dedicándoles 25 horas al día a los “preus”, ni tampoco fueron adiestrados para responder las mediciones estándares a las cuales se le ha dedicado tanta devoción en los últimos tiempos. Sin embargo, a poco tiempo de haber ingresado a las casas de estudios superiores, impresionaron a sus maestros por su desplante, manejo conceptual y capacidad para establecer relaciones entre los diferentes ámbitos del conocimiento. Hace dos días el imponderable economista Sebastián Edwards, llamó la atención al mostrar alarma por la formación de los profesionales en los claustros universitarios actuales. No lo hacía a propósito de los lamentables resultados de los recién egresados de pedagogía, que, entre otras maravillas, demostraban un dominio del 2% en lo que respecta a habilidades básicas de lenguaje. No, él se refería en general a todos los profesionales: médicos, ingenieros, arquitectos, etc., que, según él, estaban anquilosados (detenidos en su evolución). No es aceptable, de acuerdo a este analista, la formación de un ingeniero o científico, que no sepa filosofía o un médico que desconozca la literatura. Quienes tienen la misión de cargar con la suerte del mundo hoy, deben poseer un criterio amplio y una capacidad de análisis y juicio de nivel superior. La especialización, la panacea de hace cincuenta años, hoy se ha constituido en una maldición. En el mejor de los casos, en una limitación crasa y grosera. La universidad más grande la región, otrora orgullosamente permeada por el humanismo, se convirtió de la noche a la mañana en un instituto superior politécnico y actualmente aletean débiles alas que intentan mantener la lucecilla de la comprensión de la existencia humana. Estos muchachos en los que modestamente influimos en una parte molecular, han demostrado que se puede ser feliz y exitoso sin necesidad de la esclavitud estadística y el prurito del exitismo economicista.

martes, 26 de abril de 2011

Educación: y dale con el látigo




Juan Gajardo Quintana

El verdadero aprendizaje no se produce, se crea a través de un proceso lento y armónico en el cual lo más selecto del espíritu humano participa mediante sus más diversas potencialidades. El aprendizaje, si resulta necesario compararlo con la actividad productiva, habría que decir que es un producto de la madurez, no de la presión.

Se ha vuelto muy común en los últimos tiempos solicitar el concurso de profesores que estén dispuestos a trabajar en un ambiente de presión, en un clima de alta exigencia y sujeto a logros. Es decir, la terminología aplicada en la empresa productiva, donde la alta exigencia es la doctrina fundamental, se ha hecho presente en gloria y majestad en los pasillos y aulas de las unidades educativas. Armónicamente con ello, el concepto de incentivos, premios y castigos, se ha convertido en la herramienta mediante la cual los establecimientos y los trabajadores de la educación, se verán impelidos a perseguir afanosamente los objetivos, si no quieren ser descalificados en la ardua carrera que significa actualmente la educación. Y ya comienzan a apreciarse los primeros efectos, sobre todo en esas unidades educativas que recién se vienen incorporando al mundo de la alta competencia, vale decir, los liceos de selección, sin dejar de lado aquellas escuelitas que luchan denodadamente para escapar de aquella zona tétrica donde titilan siniestros los semáforos rojos. En lo que respecta a aquellos colegios que tradicionalmente han campeado en las mediciones estándar, donde los docentes deben entregar su 24/7, la presión, el control y la exigencia es cosa establecida. Esos mismos maestros, que combinaban su quehacer entre los ámbitos particular y municipal, tenían la oportunidad de escapar a los claustros de los modestos colegios municipales, donde recuperaban fuerza, moderando su ímpetu y celo docente, en virtud de notablemente menor vigilancia aplicada a su quehacer. Pero todo ese “paraíso” hoy parece alejarse definitivamente. Existe un nuevo paradigma. Y este parece determinar que los logros y éxitos dependerían de aplicar la famosa estrategia del garrote y la zanahoria. Es sumamente extraordinario pensar que siglos y ríos de tinta escurridos en formular teorías educativas de la más diversa ralea, hayan desembocado en esta conclusión, es decir, que para generar aprendizajes de calidad, es menester hacerle la vida imposible a los educadores y agobiar a los estudiantes. Los resultados prácticos no se están haciendo esperar: profesores estresados, que sienten que la espada de Damocles se cierne sobre su cansada cerviz; el fantasma del 5% discrecional a manos del director, los hace trotar o correr como alma que viese al maligno; estudiantes que ya acusan signos de agobio y que se desmayan en la sala y deben ser trasladados de urgencia a la unidad médica más cercana; organizaciones estudiantiles (en el liceo y la universidad) que se levantan en pie de guerra para oponerse a los cambios en las reglas del juego, sintiéndose pasados a llevar en sus derechos y dignidad (si para nosotros, los veteranos, tener ocho pruebas en una semana, reemplazar un examen por otro tipo de instrumento o limitar la celebración de un aniversario, no son cosas importantes, entonces “póngase usted un vestido viejo y de reojo en el espejo, haga marcha atrás…”). Nuestra preparación como educadores no es para imponer criterios y buscar nuestra autoafirmación, sino para entender la mentalidad de los niños y jóvenes, ofreciéndoles instancias de formación, las que no solo se encuentran entre las paredes de las salas o en las páginas de los libros. Sin embargo todo esto tiene una explicación. Se ha confundido educación con adiestramiento y la actividad educativa con el quehacer productivo. Lo único válido en la actualidad son los índices que arrojan los instrumentos de medición consagrados por la tecnología y el imperioso afán de estar a la altura de los países de la OCDE.
Pensamos que todos aquellos colegios que tienen talleres u horas destinadas exclusivamente para preparar el Simce o la Psu, deberían ser sancionados por fraude. El éxito en esas mediciones debería ser el producto de un trabajo honrado y acucioso basado en los programas oficiales del Ministerio de Educación. Si no, para qué existen, sería una farsa. Entiendo que la orientación ahora sería minimizar la presencia de estos talleres. Ahora, TODO el quehacer curricular es una enorme y hegemónica preparación para la temida medición. En un colegio del norte, un grupo de excelentes alumnos se rebeló contra el simcismo, exigiendo el trato in extenso de los programas, especialmente en matemática, dejado de lado por el adiestramiento al cual estaban sometidos. Y triunfaron.

viernes, 22 de abril de 2011

Los recurso del Estado no son para hacer regalos




Juan Gajardo Quintana
La inversión social se resuelve según su relevancia y viabilidad política, pero también por la convicción de una nación entera en vista a construir su futuro con responsabilidad.
“Hemos hecho un enorme esfuerzo para incrementar los sueldos de los trabajadores x o z en un 0.9%” “Hemos estrujados nuestras posibilidades para responder a las demandas de los pobladores del sector y” , expresiones más o menos como estas se escuchan a menudo cuando los ciudadanos claman o se movilizan con la esperanza que las autoridades establecidas por la soberanía del pueblo (expresión típica de la Ilustración francesa, no del marxismo-leninismo), se dignen allegar los recursos que la gente o la comunidad requiere para determinadas e imperiosas necesidades.
Ese tipo de expresiones sacaban de quicio a un melenudo comentarista de televisión, puesto que el sentía que era demasiada presunción la de los personeros que las pronunciaban, puesto que los bienes que ellos resolvían poner a disposición de los demandantes, no eran precisamente un regalo que graciosamente concedían desde su dadivosa voluntad y generoso bolsillo. Me recuerda a lo acontecido en una sesión del concejo municipal local hace ya tiempo, donde acaloradamente un concejal, refiriéndose al comodato otorgado a una organización de bien público, la Sociedad Protectora de Animales, decía: “Les dimos el terreno (se supone en comodato), luego nos pidieron subvención, se la dimos…, etc.” Señores, los recursos públicos no “se dan”, son administrados por la autoridad establecida con el fin de provocar un efecto beneficioso para la comunidad, de acuerdo al concepto de bien común. Si alguien, en virtud del poder que le concede el ser autoridad, está regalando los recursos del Estado, según la simparía que le producen determinados grupos, por el hecho de tener sintonía con las actividades que ellos realizan (alguna disciplina deportiva, artística o intelectual) o bien por cálculos electorales o cualquier otro motivo, la tal autoridad está cayendo en un vicio deleznable e inaceptable que producirá a la postre daño en el desarrollo social e institucional. Por otra parte, si bien los tales beneficios son o deben ser otorgados según criterios relevantes, suele suceder que sean quitados, y aquí el antónimo de dar está bien empleado, cuando por razones no bien explicadas o no convincentes, tales auxilios son retirados, produciendo un daño a la gestión que se está realizando y privando por ello a la comunidad de los beneficios que de ella de desprenden . Es lo que sucedió con la suspensión de la subvención mensual por parte del municipio a la entidad benefactora ya mencionada.
En otro frente, más sensible aún que el anterior, hemos visto cómo recursos establecidos por ley, simplemente han sido sustraídos de su objetivo final y empozados o derivados a propósitos para los cuales no fueron creados. Efectivamente, por lo menos hasta ahora se conocen tres municipalidades que literalmente han quitado el alimento de la boca de los niños más vulnerables en aras de subsanar sus propias impericias administrativas. No se trata de pan o leche material, aunque eventualmente pueda serlo también, pero constituye el alimento indispensable y urgente que los más desposeídos necesitan: equidad en la educación. Pues bien, los recursos de la cacareada Subvención Especial Preferencial, que a vuelo de pájaro ha sido en general muy mal usada, fueron desnaturalizadas en San Miguel, Pudahuel y San Bernardo, ocupándolos para paliar deudas o sueldos impagos, adquisición de fondos mutuos u otros fines diversos, todo investigado e establecido mediante informes de Contraloría. Cito un párrafo de un comentarista de un medio electrónico:
“Obviamente la duda se siembra sobre todos los municipios. ¿Cuántos municipios pueden demostrar que han gastado correctamente los recursos destinados a los escolares más pobres?, ¿dónde, en qué municipio, no se está hipotecando la calidad de la educación de los más pobres?, ¿cuántos miles de millones han sido mal gastados por alcaldes o corporaciones ignorantes?” (Jaime Retamal, Facultad de Humanidades de la Usach).
Establezcamos de una vez por todas que los cuantiosos recursos públicos, destinados para fines educacionales, sociales, de desarrollo cultural, comunitario, etc., no están para manejo discrecional de quien esté en el aparato estatal, sino para que lo administre con criterio y respaldo técnico, pero asistido por el más alto espíritu de servicio a la comunidad y al país.

domingo, 17 de abril de 2011

Liceo de Excelencia ¿Calidad certificada?



Juan Gajardo Quintana (juanogakin@gmail.com)

Un líder inteligente es aquel que es capaz rodearse de personas tan o más inteligentes que él (JFK), lo contrario es siempre querer ser cabeza de ratón.
En un diario de distribución regional, apareció el domingo recién pasado una carta firmada por un profesor que se quejaba amargamente de las contradicciones existentes entre el discurso y la práctica en el ámbito educativo. El remitente se presentaba como un docente debidamente acreditado por las evaluaciones oficiales, al haber alcanzado la categoría de Destacado y haber demostrado un alto nivel en la prueba ADVI, rendida voluntariamente, que le significaría un estímulo en sus ingresos. Todo esto si estuviera trabajando.
Uno de los mecanismos para mejorar los estándares educativos, consagrados desde la más alta autoridad, es justamente premiar a aquellos educadores que exhiban excelencia tanto en su preparación como su gestión. Por lo cual el aludido no se explica, ni nosotros tampoco, cómo un elemento de su calidad es despreciado por el sistema, en tanto que otros con menos laureles, se mantienen firmes y favorecidos por la simpatía y preferencia de quienes circunstancialmente dirigen el sistema. En otras palabras, es posible que dentro de los empeños que se supone que se están haciendo para mejorar la calidad de la educación chilena, el cambio de etiqueta y rotulaje supere a las medidas concretas que signifiquen avances sustanciales en la materia.
Otro ejemplo de esto, es la interpretación que se hace con la superación relativa observada en los dominios de Lenguaje en la prueba Simce. Se ha señalado por la prensa como una de las causas, la puesta en marcha desde 2008, de la Ley Sep, justo en momentos en que en tres municipios capitalinos y en Talca, se denuncian abusos perpretrados con ítem a los recursos contemplados por dicha Ley. Nuestra observación directa en contextos en que hemos laborado, nos dice precisamente que en nuestra región estos recursos han servido para alargar horarios de determinados privilegiados, financiar dudosas asesorías e implementar talleres no del todo pertinentes en relación a las necesidades reales. No le echemos toda la culpa al terremoto. De hecho, en la región aparecen varios establecimientos que, por el contrario, elevan el promedio nacional. Si ellos han podido, hay menos excusa para los demás. Hagamos notar que, por otra parte, una variación de menos de 5 puntos es estadísticamente no significativo, es decir, equivale a seguir estancado.
Volvamos al caso del susodicho profesor y uniéndolo al tema del etiquetaje al que somos tan aficionados. Un maestro con tales antecedentes debería encontrarse trabajando en un Liceo de Excelencia. ¿Recuerda alguno por aquí cerca? La gigantografía exhibida en su frontis declama a los cuatro vientos su calidad. Pero los gestores locales han preferido jóvenes recién egresados, incluso carentes de título profesional, ahuyentando a otros que pudieran competir con las eminencias allí enclaustradas. Y muchas veces recurriendo a triquiñuelas condenables. Como lo que le ocurrió a un docente que realizaba una suplencia, profesor experimentado y reconocido en el medio local, valorado por aquellos ven la educación como una vocación y no como un rentable oficio. Mientras se reunía con apoderados y alumnos, apareció la profesora titular, (que se encontraba con licencia prenatal) dispuesta a dirigir la reunión. El docente sorprendido al principio, luego le cedió la testera para que procediera de acuerdo a su voluntad. La reunión se hizo sin incidentes y todos felices. Pero cuál no sería la sorpresa del profesor suplente, cuando días más tarde en un largo libelo era acusado por aquella maestra, de comportamientos agresivos y destemplados hacia su persona. Conclusión, el director decidió solicitar al Daem prescindir por el resto de los siglos de los servicios de ese profesional. Y eso después que había acordado averiguar con los participantes de aquella reunión, si los hechos descritos por la docente reemplazada se ajustaban a la verdad o no. Nada, por sí y ante sí, resolvió. Frente a eso, nos preguntamos cómo una persona puede, con su sola presencia, influir en las determinaciones de un superior que tiene enormes responsabilidades en su mano. Si queremos un establecimiento de excelencia, debemos ser exigentes en lo ético. ¿O eso pasó de moda? En La Tercera, una noticia relacionada con este mismo liceo. Un opinante observaba la necesidad de contar con docentes de excelencia. No puede ser que quienes más influencia ejercen, presenten cada año dos o tres largas licencias médicas, privando a los alumnos de una adecuada secuencia programática. ¿No se le exige a los funcionarios públicos salud compatible con el cargo? Tampoco puede haber divorcio entre lo que promueve el titular y su equipo asesor, es decir el equipo técnico regular, no los asesores extraoficiales. En la prensa ni siquiera hemos podido apreciar una foto donde aparezcan juntos. Menos aún es aceptable que la autoridad piense siquiera en blindar a unos en desmedro de otros. La excelencia debe dejar de ser una etiqueta.

jueves, 14 de abril de 2011

Do you speak English?



Juan Gajardo Quintana
Todo profesor de lenguaje, sabe que detrás de las habilidades comunicativas existe un universo cultural y una concepción de mundo, propia de cada idioma.
Desde un tiempo a esta parte, la enseñanza del inglés se centró en enseñar destrezas comunicacionales de carácter instrumental, como saludar, pedir permiso, dar órdenes, solicitar, etc., lo que los expertos denominan actos de habla performativos. Se resolvió que los alumnos necesitaban herramientas para resolver situaciones concretas y desenvolverse con cierta comodidad en las relaciones sociales. En consecuencia, perder tiempo en comprender el carácter del idioma, su estructura y dinámica interna, resultaba un despropósito desde esta perspectiva. La antigua forma de enseñar el idioma extranjero, partiendo de la gramática, morfología y sintaxis, pasó a convertirse en una maña propia de anquilosados maestros escolásticos. Sin embargo, tal como lo demuestra el primer Simce orientado a medir los progresos en este ámbito, los resultados son tan malos como entonces. Es que la propuesta nueva, enfocada en la utilidad, tiene más relación con usuarios que, valga la redundancia, tienen la necesitad de usar el idioma para sortear obstáculos inmediatos. En otras palabras, tal enfoque instrumental apunta a individuos que o aprenden o se mueren, por decirlo de alguna forma entendible. Pues bien, nuestros niños y jóvenes no están en esa situación. Por otra parte, en países donde los escolares demuestran avanzadas habilidades idiomáticas, específicamente en el inglés, corresponden a comunidades cuya imperiosa necesidad nace de pertenecer a un consorcio de naciones que han hecho de la integración lingüística un tema de supervivencia. Sobre todo en países donde su idioma, más parecido a una jerigonza, no le interesa a nadie más a que a los etnolingüistas. Chile, rodeado de puro hispanoparlantes, tiene una población que se muere de la risa y llama, verifíquenlo Uds., “lengua de chancho” al noble idioma de Lord Byron y William Blake. Y no hablamos solo de nuestros hombres de campo. En establecimientos de nivel, pero que no exigen el bilingüismo en su régimen, a pesar que el anglo se enseña desde el jardín de infantes, de todos modos sus egresados deben realizar un curso acelerado de habilidades para enfrentar los desafíos de la universidad o los requerimientos laborales. Por otra parte, conversando con una académica de origen canadiense, a cargo del departamento de idiomas de una prestigiosa universidad regional, escuchaba de sus labios la expresión de extrañeza al constatar los requisitos exigidos a los profesores de inglés interesados en integrarse a su “team”: condición sine que non, era ser nativo, es decir angloparlante genuino, gringo. Ella alegaba que en nuestro país existían excelentes profesores del idioma anglosajón, perfeccionados incluso en el extranjero, que podían hacerse cargo perfectamente de esas responsabilidades. Además tenían la ventaja de poseer la lengua materna, el español, que, lejos de ser un perjuicio, constituía un plus y una facilidad a la hora de transmitir la enseñanza. Ojo que lo decía una profesora nativa. Muchos colegios se solazan atrayendo para su cátedra de idioma a personajes cuya más excelsa cualidad, y quizás la única, es el haber nacido en un territorio con nombre terminado en “land”. Recuerdo lo que le ocurrió a un pobre gringo viejo, arrastrado a un colegio técnico profesional, para impartir la enseñanza de su idioma a una horda de jóvenes no muy ávidos por su propuesta educativa. Toda su flema británica se convirtió en menos de una semana en un desenfrenado paroxismo que solo tuvo un final no trágico gracias a la oportuna intervención del cuerpo de inspectores. En suma, existen demasiadas ideas preconcebidas respecto al tema de la enseñanza del inglés. Lo que sí puedo asegurar por experiencia directa, es que cuando los profesores de Lenguaje, de español e inglés, trabajan coordinados, realizando los paralelismos necesarios y asumiendo el aprendizaje no como una suma de destrezas de acróbata, sino como un dominio más entre todos para el crecimiento armónico de las personas, el asunto mejora considerablemente. Ah, y no nos olvidemos que detrás de esto también hay una “industria” bastante atractiva, tal como la que surgió hace algunos años, relacionada con el chino mandarín”.

miércoles, 13 de abril de 2011

80 médicos estadounidenses contra las vacunas: Documento del International Medical Council on Vaccination







“Si los niños de EE.UU. recibiesen todas las dosis recomendadas de todas las vacunas recibirían hasta 35 vacunas que contienen: 113 diferentes tipos de gérmenes en partículas, de 59 sustancias químicas diferentes, 4 tipos de células animales y albúmina humana procedente de tejidos de fetos humanos abortados”

“Si usted piensa que no tiene que preocuparse de las vacunas debido a que sus hijos ya son mayores se equivoca. Hay más o menos 20 vacunas actualmente en desarrollo para el lanzamiento en los próximos años. Todas ellas dirigidas a adolescentes y a adultos”
International Medical Council on Vaccination


Las vacunas ya nacieron en el siglo XIX con profesionales en contra de esta práctica médica. Hasta ahora, las voces disidentes que cuestionan distintos aspectos de las vacunaciones (ingredientes, conservantes, número de dosis, edad, combinaciones, etc.) han estado presentes pero de forma discreta y haciendo poco ruido.
Sin embargo, en los últimos tiempos, y especialmente a raíz de los escádanlos con la gripe A y la vacuna del virus del papiloma humano, el movimiento antivacunal ha cobrado protagonismo y es mucho más fácil que antes acceder a información crítica y encontrar médicos abiertamente contrarios a la práctica general sobre este tema en muchos países del mundo. No es algo de un autor o un estudio concreto, sino una corriente global.
Un ejemplo de ello es el documento titulado “Vaccines: get the full stoty” publicado por International Medical Council on Vaccination en el que 80 médicos de distintas especialidades y docentes de Medidina en EEUU alertan sobre los riesgos de las vacunas y rechazan las recomendaciones oficiales al respecto.
Un resumen del documento está disponible en 9 idiomas, incluido castellano, y en él se enumeran los efectos secundarios documentados de las vacunas, se trata el tema del autismo, se explican porqué muchos médicos no vacunan a sus familias, se advierte de los ingredientes de las vacunas y su proceso de fabricación, se informa de los resultados de un amplio estudio con niños no vacunados vs vacunados, se denuncian los conflictos de intereses en este tema y se acusa a la industria farmaceútica de lucrase a expensas de los daños de estos medicamentos.
A continuación resumimos sus conclusiones sobre el negocio de las vacunas, exponemos los componentes y los datos de ese estudio comparativo:

* Las compañías farmacéuticas ganan miles de millones de dólares en las vacunas
* Las compañías farmacéuticas ganan decenas de miles de millones de dólares en los fármacos administrados para tratar los efectos colaterales y las enfermedades causadas por las vacunas
* Las vacunas son la columna vertebral del sistema médico. Sin vacunas, bajarían los costes sanitarios porque tendríamos a la sociedad en general muy saludable
* Las compañías farmacéuticas, las compañías de seguros y el sistema médico se enriquecen cuando usted se enferma
* Las vacunas no dan inmunidad de por vida, por eso hay las vacunas de refuerzo que recomiendan a sus hijos
* Cada dosis de refuerzo aumenta el riesgo de efectos secundarios
* Los efectos secundarios de las vacunas pueden causar enfermedades por el resto de su vida. En realidad, hay muchos medicamentos para tratar los efectos secundarios causados por las vacunas.

Algunos ingredientes de las vacunas. ¿Cómo es posible que las vacunas sean perjudiciales para la salud?

* Virus errantes o bacterias procedentes de los cultivos de células animales con las que preparan las vacunas en los mismos laboratorios
* El mercurio, una neuro‐toxina de la cual hay buena documentación, se encuentra todavía en las dosis de vacunas múltiples contra la gripe en todo el mundo. Vestigios de este metal pesado aparecen también en otras vacunas
* El aluminio, veneno que puede causar patologías de la médula ósea, en el hueso y degeneración cerebral
* Células animales de: monos, riñones de perro, gallinas, vacas y seres humanos.
* El formaldehido (líquido utilizado para embalsamar) es conocido a nivel mundial como carcinógeno.
* El polisorbato 80, se sabe que causa infertilidad en ratones hembras y atrofia testicular en ratones machos
* Gelatina de cerdos y vacas, se sabe que causa reacciones anafilácticas, se encuentra en grandes cantidades en la vacuna triple vírica y en las vacunas contra la varicela y el herpes zóster.
* Glutamato monosódico (MSG) en vacunas inhaladas contra la gripe, se sabe que causa trastornos metabólicos (diabetes, por ejemplo), convulsiones y trastornos neurológicos, entre otros

¿Hay algún estudio o investigación que demuestre la diferencia entre niños vacunados y no vacunados?
El proyecto Cal‐Oregon que fue financiado por Generation Rescue y controlado por padres de niños vacunados y no vacunados. De los 17.674 niños incluidos en la encuesta se demostraron los siguientes resultados:
Los niños vacunados tenían:

* El 120% más de asma
* El 317% más de TDAH
* El 185% más de trastornos neurológicos
* El 146% más de autismo

Al final del documento ofrecen bibliografía al respecto con webs y libros, incluido uno en castellano: “Vacunación, el negocio con el miedo” de Gerhard Buchwald.


Es de destacar la web US doctors who don’t vaccinate donde aparece una lista por estados de médicos que no vacunan, lo que indica el alcance de la tendencia no vacunalista en ese país.
En “Vaccines: get the full story” animan a las familias a informarse sobre este tema y tomar sus propias decisiones.
Para contrarrestar esta información con la versión oficial de la OMS y de las autoridades sanitarias, se puede consultar el Portal de vacunas de la Asociación Española de Pediatría y el nuevo libro del pediatra Carlos González En defensa de las vacunas (21 páginas online) donde defiende el papel, los beneficios y la necesidad de las vacunas en un lenguaje comprensible para todos.
Y para ampliarla con otros documentos que cuestionan las vacunas, abajo adjuntamos documentales y conferencias.
Lo que está claro es que por mucho que intenten desprestigiar a los padres que no acatan todo el calendario vacunal como progres-naturistas-de la nueva era muy desinformados y conspiratorios, son los propios médicos los que se están rebelando (una minoría frente a la mayoría) y que se está produciendo un CISMA dentro de la Sanidad.
Porque no se trata solo de vacunas, se trata del paradigma científico-médico actual…
Sitio oficial: Vaccines: get de full story del International Medical Council on Vaccination
PDF en español
Información enviada por Gemma de Tips4mums
En El Blog Alternativo: Artículos sobre vacunas


http://www.elblogalternativo.com/2011/02/09/80-medicos-estadounidenses-contra-las-vacunas-documento-del-international-medical-council-on-vaccination/#more-28755

miércoles, 6 de abril de 2011

Hablando en cristiano




Juan Gajardo Quintana


No debemos confundir lo estadístico con lo esencial. El ser humano no es un dato, es una existencia que crece desde su interioridad para poder asumir su rol en el mundo.


U2 es una banda que ya cumplió 35 años de circo. Congrega miles de fanáticos en todo el mundo. Chile no es la excepción. Es uno de los tantos grupos o solistas de habla inglesa que triunfa en este país donde menos del 11 por ciento de la población estudiantil demuestra competencias en el idioma de Shakespeare (SIMCE de Inglés 2010). Me asalta inmediatamente la pregunta si los chilenos, jóvenes y viejos, que los siguen, captan sus letras y los muchos mensajes de compromiso social y político que proyectan. A mí, personalmente, me encantaría, puesto que muchas letras, como la de los susodichos, de Paul Macarthney, Pink Floyd y tantos más, transmiten interesantes mensajes, tanto en lo poético, como en lo que respecta a cuestiones ecológicas, políticas y sociales. Si los miles de fans atesoraran dichas letras y las pusieran por obra, el mundo, sin duda, estaría bastante mejor. Pero lo cierto es que parece que los seguidores son puro ritmo y armonías, la letra nada importa. Quizás me equivoco y los fanáticos buscarán traducciones y cosas así. Pero lo cierto es que siempre tararean los temas, sin necesidad de comprender lo que dicen. Y de repente, encuentran más de alguna sorpresa.
La exministra de educación, Mónica Jiménez de la Jara, señalaba en un foro televisivo que en Finlandia los chicos aprendieron inglés ante la negativa de los canales de subtitular las películas. Es decir, se vieron en la extrema necesidad de adquirir esas habilidades. Sin embargo, uno de sus compañeros de panel, el ex rector de la U. de Chile, don Luis Riveros replicó que lo primero que debe ocurrir en Chile, es que los alumnos aprendan a expresarse en español. Simple y directo el académico. La ex ministra, como buena empresaria, seguramente se ha hecho eco de este gran negocio que es la enseñanza del inglés, cuyos efectos son bastante escasos. Un tercer participante, que era el rector de la U. San Sebastián, don Ricardo Riesco, alegaba que hay tanto por hacer en la educación chilena en lo medular, y sin embargo, cada cierto tiempo saltan a la discusión aspectos accesorios, que solo tienen un efecto pirotécnico que distraen de la verdadera tarea que en lo educacional tiene el país. Coincidimos en esa apreciación. El doctor Riveros señala como tres áreas fundamentales en el progreso educacional y educativo del país, la gestión a nivel macro y micro, adecuar los contenidos programáticos y hundirle el diente a la formación de los profesores. Para el otro académico, resulta fundamental priorizar los verdaderos temas relevantes y prescindir de los aspectos anecdóticos y puntuales, que tienden a confundirse con los verdaderamente importantes. Trabajar a mediano y largo plazo, privilegiando una visión estratégica y ofrecer verdaderas oportunidades a TODOS los estudiantes.


Con respecto a aquellos aspectos que el rector de la San Sebastián consideraba menudencias pirotécnicas, creemos importante mencionar que desde nuestro punto de vista los verdaderos aspectos importantes, ahora en el plano del aprendizaje, a nivel educativo, son aquellas habilidades y capacidades que permiten al sujeto apropiarse de la realidad de una manera activa y personal, a través de las múltiples conductas que el ser humano es capaz de desarrollar, de acuerdo a los diferentes dominios y tipos de aproximación al mundo: intelectual, emotiva y sicomotriz, como asimismo mediante las diferentes clases de inteligencia ya señaladas por pensadores como Gardner y Goleman. Aterrizando el tema a nivel más concreto, determinadas destrezas que a menudo se ponen de moda y que son exigibles de acuerdo al momento y la coyuntura, no son en realidad verdaderos aprendizajes dispuestos en el bagaje vital del individuo, que le permitan resolver adecuadamente los desafíos de la existencia. Existe un sumario limitado de capacidades a nivel superior que el educando, subsidiado por el educador, deberá alcanzar para con ello resolver el resto de exigencias, digamos, de carácter local, que tendrá que abordar.