martes, 31 de enero de 2012

Candidatos a alcalde son proclamados para las Primarias de la Concertación


Candidatos a alcalde son proclamados para las Primarias de la Concertación

En un acto que contó con la presencia de los presidentes de los partidos que componen la Concertación, fueron presentados los aspirantes a alcalde a nivel regional.
La proclamación tuvo lugar en las dependencias del Hotel Marcos Gamero en la ciudad de Talca, el día martes recién pasado. En la oportunidad, se destacó la necesidad de recuperar las alcaldías para la oposición, porque, según coincidieron los timoneles de la colectividad, “no se justifica el alto nivel de apoyo recibido en las últimas elecciones presidenciales con el número de municipios” en manos de la coalición de centroizquierda.
Algunas comunas ya tienen resueltos sus abanderados, pero otras, como es el caso de Linares, deberán realizar una elección de Primarias Municipales. Con respecto a los aspirantes que compiten en nuestra comuna, hasta la realización de la ceremonia, solo figuraban los nombres de Jorge Pinochet Aedo y Rodrigo Hermosilla Gatica, del PPD y PS, respectivamente. Fue notoria la ausencia de nombres vinculados con la Democracia Cristiana y del Partido Radical, aunque la jornada de inscripciones se cerraba a las 24:00.
Ante la consulta de la prensa, el abanderado PPD, Jorge Pinochet, señaló sentirse muy satisfecho por la concreción de esta etapa en el proceso de Primarias, que “consolida la propuesta que desde el principio nosotros habíamos realizado: comicios internos de la Concertación de carácter vinculante, es decir, cuyos resultados obligan a todos los miembros de la colectividad”.
En relación al requisito para el patrocinio de la candidatura, declaró que “en menos de 15 días reunimos 955 firmas, que sobrepasan en más de 300 el mínimo exigido. Además, todas son adhesiones responsables y meditadas de parte de ciudadanos linarenses, sin diferencia de edad o género”.

martes, 24 de enero de 2012

Protagonistas del acontecer



Juan Gajardo Quintana

Con motivo de la publicación del primer periódico en nuestro país, La Aurora de Chile, en 1812, se celebra este año el bicentenario de la actividad periodística a nivel nacional.
Dicho periódico, fundado por Quirino Limachez, anagrama de Camilo Henríquez, tenía un carácter combativo y decididamente vinculado a una causa. Muchas publicaciones posteriores mantuvieron a través del tiempo esa misma vocación de denuncia, especialmente en los momentos más difíciles que ha vivido nuestra nación. Incluso algunos hombres de prensa experimentaron sacrificios que alcanzaron la pérdida de su propia vida, en aras de su vocación.
En sus inicios, la actividad periodística tuvo mucho de autodidacta y experimental, pero los que consiguieron hacerse expertos a través de la práctica y el ejercicio, luego se constituyeron maestros y enseñaron a las nuevas generaciones en el ámbito de los claustros universitarios.
Esta actividad, vital para la convivencia democrática, cumple un papel determinante para la sanidad de la salud mental de la sociedad. Por eso mismo es que de los hombres y mujeres de prensa, como asimismo de los medios en los que trabajan, se espera un compromiso esencial con la verdad y una actitud valerosa y equidistante de los centros de poder e influencia. Todo esto, a pesar de ser a veces una perspectiva utópica, le concede al periodista una imagen de libertador e intérprete de las esperanzas del pueblo.
A nivel local, hemos tenido la suerte de contar con hombres y mujeres que han incursionado con amor y pasión en este mundo complejo de las comunicaciones, dándole vida a un universo paralelo, la radio y la prensa, que a través de las décadas acompañó a los linarenses en su empeño por progresar sobre este suelo provinciano.
Actualmente en nuestros medios ha habido una explosión de espacios dedicados al acontecer social y político, asumidos con mayor o menor sentido crítico, pero, al fin y al cabo, respondiendo a la necesidad que tiene la comunidad, la gente, el pueblo, de saber de las andanzas de sus representantes, para juzgar tanto sus aciertos como sus barrabasadas.
Destacamos en este aspecto a un proyecto radial llevado adelante por un personaje que, a nuestro juicio, le corresponde gran parte de la responsabilidad en este despertar informativo, que incluye el análisis, la crítica y actitud inquisitiva frente a los hechos. En efecto, Miguel Vásquez García ha puesto sobre el escenario de la actividad comunicacional, el desafío de descubrir las claves y códigos que subyacen escondidos en los hechos, actuaciones y palabras de los protagonistas de la noticia. Apertrechado de una visión alimentada por la experiencia y la preparación académica, como educador y hombre de leyes, ha sido capaz de dirigir la atención hacia aquellos elementos que sí son noticias, descartando la anécdota que muchas veces esconde el verdadero significado de los acontecimientos. Esa es la impronta de su programa Desayunando en terreno, actualmente en radio Innovadora ¿Y todo con qué propósito? El de crear en nuestra comuna un ambiente más propicio al diálogo, a la discusión. Todo ello en la búsqueda de caminos para brindarle oportunidades de desarrollo a nuestra tierra y su gente.
Posiblemente, Miguel Vásquez incursionará en áreas más decisivas, con el fin de tener la posibilidad de poner sus palabras en obras, pero ahí es el pueblo y su soberanía quien decidirá si su mensaje radial se ha concretar en acciones y decisiones en el contexto político.

viernes, 20 de enero de 2012

Verano y placer en la ciudad




Juan Gajardo Quintana

Es uno de los recintos más divertidos que existen en la ciudad de Linares. Te puede mantener entretenido toda la mañana o toda la tarde, desde el primer minuto que llegas hasta cuando te vas. No lo supera ninguna disco, menos los lateros chat de Internet, diseñados para gente aburrida o falta de imaginación. Para poder disfrutar de la emoción o del solaz que ofrece el lugar en cuestión, no se precisan gigantescos decibeles o pirotecnia cara y peligrosa. Es curioso, pero precisamente toda esa faramalla que explota y se diluye en un momento, vendría a ser un estorbo a la hora de sacarle el jugo a la diversión que encierra este portentoso escenario. Pero, como en todo orden de cosas, para extraer el zumo del esparcimiento que ofrece, es necesario llegar preparado. Siendo el juego y la diversión algo extremadamente serio, no se pueden abandonar al azar los criterios y pormenores que harán de nuestro pasatiempo algo digno de atesorar a través del tiempo. En este quehacer lúdico se necesita haber superado estadios previos de inconsciencia e incompetencia y haber entrado en el plano de los elegidos, aunque partiendo de los niveles más básicos. Por lo demás, todos quienes entran en el espacio delimitado por sus adustas paredes, serán objeto de la más dilecta de las atenciones de quienes están encargados de guiarlos en el conocimiento y avance en el juego.
Conforme pase el tiempo, el participante entrará en espacios de descubrimiento que, no por sospechados, son menos inéditos y sorprendentes.
Frente él se irán perfilando mundos y estructuras que de haber permanecido uno fuera del recinto, se habrían mantenido en estado latente e ignorados, no solo para su intelecto, sino también para su espíritu y su entrañable capacidad de goce. Gracias a ello, el visitante tiene la posibilidad de deambular a través de trayectorias concéntricas o excéntricas, según sea el caso, sin necesidad de moverse del punto en que se encuentra. Lo más probable es que sus pupilas se dilaten y la capacidad perceptiva aumente geométricamente y llegue a niveles de comprensión de todas las realidades presentes o alternas. Todo esto a medida que se entregue con mayor o menor frenesí al peregrinaje inmóvil para el cual están diseñados los espacios que encierra el perímetro del lugar. Quien no sea capaz de descubrir el sinnúmero de posibilidades que este microcosmos ofrece y desprecie a quienes laboran entre sus instalaciones, vagará eternamente por los caminos adyacentes trazados alrededor, pero jamás podrá entender siquiera el significado de profundizar en los laberintos del misterio, del hogar del ser, como tampoco el sentido de su propia existencia. Se quedará tecleando en máquinas, computadores y notebook palabras que jamás serán leídas, pues la avidez por decir algo le impedirá percatarse de las ideas que flotan dispersas e inasibles para él.
Eso es lo que por lo menos dicen mis amigos que frecuentan la biblioteca. Ya divagar entre sus paredes se convierte para ellos en una travesía de carácter cósmico. No es la Biblioteca de Babel de Borges, aunque se pareció a ella durante su remodelación. Ahora ostenta un rostro sugestivo para todo aquel que quiera lavar su cara entre las fuentes iniciáticas, indiferente de su edad. Tenemos suerte quienes cruzamos su umbral, de encontrarnos con gente para quienes las letras, sean en papel o virtuales en la pantalla del computador, constituyen compañeras, madres, amantes y nanas. Gracias a Dios que la profecía de Bradbury en Fahrenheit 451 aún…aún, no se cumple.
Lo importante es que sepamos cumplir con el rito que exige la experiencia de entrar a una biblioteca y comulgar apasionadamente con los libros y sus apasionantes secretos. Hagámoslo, silenciosamente y expectantes.

domingo, 15 de enero de 2012

Un Estado que juega con fuego


Juan Gajardo Quintana

Cuando el Presidente alega que los incendios fueron intencionales, es muy posible que esté viendo que provocar un siniestro que arrase con importantes extensiones de flora y poblaciones de fauna, es un negocio que le puede convenir a determinados grupos de interés.

De otra manera es imposible pensar que alguien cause un desastre de tales proporciones.

Algunas reacciones dan que pensar así. Prontamente, determinados personajes insinuaron que tales predios estarían mejor protegidos si se parcelaran y se entregaran a manos particulares. Es obvio que el suelo es uno de los bienes renovables que más apetito despierta en los “emprendedores” y “visionarios” que ven que no está lejano el día en que los recursos terrestres serán motivos de genuinas guerras por su posesión. Esto vale para el agua, las reservas minerales y, obviamente los suelos cultivables. Lo preocupante es que sabemos que se realizan ingentes (enormes) esfuerzos en este preciso momento, echando mano a todo el poder económico, político y social, para hacerse cada vez más de estos bienes escasos, independientemente de la vulnerabilidad en que puedan quedar las comunidades afectadas.

Tampoco hay que ser muy cándido, para no darse cuenta que la insinuación de intencionalidad, también se relaciona con la suspicacia que despiertan las ansias reivindicacionistas del pueblo mapuche. Pero, parece ser que quienes primero experimentaron lo implacable de la toma de posesión por el expediente del fuego, fueron los miembros de nuestros pueblos aborígenes. Por allá en el siglo 19, cuando se desarrolló una entusiasta política de colonización de nuestro sur, Vicente Pérez Rosales, aventurero y hombre de acción, fue comisionado por el gobierno de Chile para motivar a los europeos, especialmente alemanes, a que vinieron a disfrutar de las bondades de nuestro territorio. Ante lo perentorio de la necesidad de suelo para los colonos, el insigne estadista no trepidó en arrasar con fuego el inmenso territorio de Llanquihue, incendio que duró tres meses. Bosques milenarios, con sus intrincados biosistemas desaparecieron bajo las llamas, para no levantarse jamás. Especies únicas de la flora y la fauna – incluso de la fauna marina-fueron sofocadas por las humaredas tóxicas azuzadas por los combustibles utilizados para evitar su extinción. Mención especial merecen los asentamientos humanos de los cuales jamás se tuvo censo alguno. Por lo demás, tampoco era preocupación de ese Estado que décadas antes había pagado o auspiciado a naturalistas como Von Humboldt, Gay o al mismo Darwin para hacer un levantamiento de los ecosistemas existentes en esas latitudes. Conclusión: bosques milenarios en el curso de tres infernales meses se transformaron en suelos arrasados y fertilizados por las cenizas de las majestuosas especies que habían reinado sin contrapeso a través de las edades.

Entonces, hay razón de sobra para ponerse suspicaces. Los ciudadanos de a pie, sabemos que detrás de la pompa de los grandes negociados en pro del crecimiento (palabra fetiche del sistema neoliberal), se desenvuelve el más solapado, subrepticio (escondido) y desprejuiciado estilo de quienes son los innovadores -depredadores- y especuladores del momento actual.