domingo, 21 de agosto de 2011

Marcel Claude: "Los bancos no deben seguir en la educación pública"






A juicio del economista, el plan del Gobierno de bajar de 5,6% a 2% la tasa de interés de los créditos para educación superior es una "tontera", porque profundizará el negocio de la banca con los recursos estatales.

Sábado 20 de agosto de 2011 | por Roberto Valencia / Nación.cl
Marcel Claude: "Los bancos no deben seguir en la educación pública"

La última propuesta del Gobierno para financiar la educación mediante la disminución de la tasa de interés, de 5,6% a 2%, en los créditos destinados a la educación superior con aval del Estado empeorará la situación de endeudamiento, opina el economista Marcel Claude.

Ello, porque estima que las autoridades no han puesto hincapié en uno de los aspectos que, en su opinión, reproducen el lucro en la educación: Los bancos como intermediarios de los recursos públicos que se aportan a los estudiantes. Tajante, asegura que estas entidades deben salir del negocio que les entrega el hecho de que el Estado sea el aval en los préstamos con fines estudiantiles.

¿La rebaja de la tasa es una solución para alivianar el endeudamiento de las familias con hijos en la educación superior?

-Para nada. Si un estudiante pide un préstamo de $12 millones, con la tasa de 6% terminará pagando $17 millones, o sea son $5 millones de ganancia para la banca, lo que no es menor. Además, en términos de ingresos promedio de la familia y de los salarios de los jóvenes, cuando salen de la universidad, sigue siendo impagable. Es como se me dijeran que adeudo US$2.000 millones y que sólo debo pagar US$1.000 millones. Es una tontera, porque te dicen que en vez de llevar 2 toneladas sobre el hombro, ahora sólo tendrías 1 tonelada para cargar.

-Eso fue planteado por algunos dirigentes del movimiento estudiantil, ¿Por dónde pasa la solución entonces?

-La propuesta del Gobierno sigue siendo lo mismo. Algo que lleva a poner helado a uno, es ver la insistencia en poner más subvenciones para los colegios particulares y los bancos, porque van a incrementarse los créditos que se hacen a los estudiantes y eso es más negocio para la banca. Estructuralmente, no cambia absolutamente nada del actual modelo que existe, cuando éste es el principal problema.

-Si es así se inyectarían más recursos en los subsidios que operarían los bancos, con lo que aumentarán las promociones de créditos y, por ende, el endeudamiento.

-Claro, esto es comparable a la crisis sub prime de Estados Unidos, se está creando una burbuja. Para que la gente entienda lo que significa: Es prestarle plata a gente que no puede pagar, eso fue causa de una crisis financiera. Lo peor es que en educación esto lo está promoviendo el Estado; le prestan plata a los estudiantes porque no tiene ningún costo para el sector financiero; el banco sabe que, como existe un aval del Estado, igual se les pagará. Y piensan que ojalá no le pague el estudiante, porque el gobierno está comprando esta deuda con cargas del 40% a 50%.

Esto lo señaló el Banco Mundial en su momento…

-Sí, según un estudio, el Crédito con Aval del Estado le ha costado al gobierno más de US$2.000 millones desde el período en que entró a operar este sistema y la banca ha ganado US$500 millones a través del cobro de la tasa de interés.

-A su juicio, ¿eso explicaría que la Asociación de Bancos no se pronuncie en este debate?

-Creo que si se hace una reforma tributaria, a los bancos también hay que ponerles la proa, porque son los que han ganado mucho dinero. Cerca del 30% del PIB chileno (US$60.000 millones) es por endeudamiento con la banca y ésta tiene que empezar a colaborar con el desarrollo de Chile, bajando la tasa y pagando impuestos. El 90% de los chilenos no tiene para terminar el mes, por lo que se mantiene con los préstamos de la banca que presta la plata, pero que te revienta con los intereses.

-¿Se debe sacar a los bancos?

-Los bancos no deben seguir en la educación. El Estado, en vez de endeudar a los estudiantes, debe poner más plata como aporte basal en las instituciones universitarias.

-El gobierno estudia una eventual rebaja de la tasa máxima convencional, ¿cree que ayudaría en algo esto dentro del debate?

-Ayudaría. Esa tasa es usurera y el problema es que la Asociación de Bancos quiere subirla. Esa es una medida para enfrentar el problema del endeudamiento de los hogares en educación, pero además se deben revisar las comisiones que cobran los bancos porque son más caras que las tasas de interés.

sábado, 20 de agosto de 2011

En agosto, sacar las castañas con la mano del gato



Juan Gajardo Quintana
En nuestra sacrosanta inocencia ciudadana, trabajadores, dueñas de casa y estudiantes, pensábamos que la política activa apuntaba al servicio de la gente. Hay que reconocer, eso sí, que después de la formulación del pensamiento de Maquiavelo en su obra “El Príncipe” (siglo 16), nadie puede ser tan ingenuo como para no saber que la disputa por el poder está en el núcleo de los altercados entre las distintas facciones del escenario político. Y para prevalecer en esa lucha, los conceptos de lealtad, honradez, coherencia, justicia, verdad y otros altos valores, en realidad constituyen un obstáculo más que un estímulo para actuar. Aunque los estandartes con estas consignas ondean gallardamente, sabemos que los procedimientos para conseguir la victoria constituyen un dominio y una doctrina que se sustenta en preceptos casi siempre muy alejados de la pureza que se publica a los cuatro vientos.
Para concretar lo antes expuesto, después de leer y escuchar a conspicuos expertos y analistas, de esos que pueblan los medios de comunicación, especialmente en Internet (en la tv solo salen los días domingos y la encuesta CEP indica que son poco escuchados por la gente de a pie y, seguramente, esto influye en las contradictorias respuestas que registran estos sondeos), pues bien, después de beber en ese manantial de conocimiento, podemos presentar como uno de los mecanismos más consagrados para medrar en política, el artificio de “sacar las castañas con las manos del gato”. El presidente manda a sus ministros, que sirven de fusible en cuanto se adviene una crisis. Los ediles se ausentan y dejan que los funcionarios segundones tomen medidas impopulares. Los parlamentarios culpan a sus operadores de ineficiencia, cuando en realidad han seguido fielmente sus instrucciones. Las intendentas encomiendan a Moya el trabajo de cargar con las secuelas de embarradas y su ulterior organización de eventos de desagravio. También se han dado casos en que “funcionarios de confianza” se han valido de la posición de su jef@, para realizar arreglines con sus amiguis, que a la postre les han reportado inestimables ganancias por su “trabajo”. Pero el summum de esta táctica es la forma como se utiliza a la ley, torturándola, para que finalmente diga lo que no quiere decir, para que poderosos empresarios puedan aportar su “granito de arena” (quedándose de paso con las riquezas estratégicas) al crecimiento del país, hoy por hoy el Credo de los Apóstoles de la clase dominante, que lo reza cual letanía, con fervor digno de los monjes del Monasterio de San Millán de la Cogolla.
Tampoco los grandes hitos consagrados por nuestra historia, son ajenos a esta acreditada práctica, si no, vean cómo los lords con la flema que los caracteriza, esperaron tranquilamente que nuestros políticos pusieran la riqueza del salitre a sus pies, una vez acabada la guerra fratricida con los países vecinos. Y después que los ingleses hicieran de las suyas, vinieron los gringos, que idearon la forma de preparar las huiñas (gato silvestre chileno), para manejar el poder y el control económico de las naciones de su “patio trasero”. Fueron, nada más y nada menos, las aulas la herramienta de la que se valieron estos ingeniosos amos del norte para instalar su avanzada en los países latinoamericanos, a través de la Escuelas de las América. El objetivo era (y es aún) entrenar soldados de otras naciones para hacer el trabajo sucio del Pentágono, haciéndolas luchar en sus guerras por ellos, buscando controlar los ejércitos de América Latina y a través de ellos a la gente y los recursos.
Es este tipo de principios rectores del quehacer político lo que produce náusea a los estudiantes y a nuestro pueblo en general. Por ello, pese a tantos anuncios marqueteros y de liquidación, recomponer las confianzas se ve en un horizonte aún muy lejano.



martes, 16 de agosto de 2011

Alimañas en educación


Alimañas en educación

Juan Gajardo Quintana

Siento un gran respeto por los seres vivos grandes y pequeños. Desde el majestuoso rorcual azul que surca los mares australes, hasta la tortuosa escolopendra, cuya oscura existencia transcurre entre la humedad de los árboles muertos. Cada uno de ellos forma parte de una maravillosa e intrincada red que mantiene latente la vida en nuestro planeta. Si necesitáramos identificar un vocablo que diera cuenta del trabajo de estas criaturas, este sería la palabra eficiencia. Inconscientes de su rol, lo cumplen, sin embargo, a cabalidad y sin ningún atisbo de abandono sus deberes. Ellos mismos, individualmente, son organismos perfectamente adaptados-jamás en estado evolutivo- al medio en que se desenvuelven y constituyen engranajes perfectos en el gran sistema natural.
Esta perfección, invisible al ojo corriente, precisamente por no ser del todo observable, pasa inadvertida para el sentido común, que es el caldo de cultivo para los mitos, supersticiones y falsedades que adornan el saber de la gran masa. Esa misma mirada poco profunda que se deja impresionar por lo grande y mastodóntico, pero que desprecia la sutileza de lo pequeño, cuando es justamente en las estructuras microscópicas donde se fundamenta todo el edificio de lo existente.
Pues bien, la ingente tarea de los organismos minúsculos es la que da sustento y posibilidades al resto de los seres, los cuales dependen de ellos para subsistir.
No obstante aquello, nosotros los humanos, hemos atesorado una palabra genérica para referirnos a todas aquellas criaturas que, o bien nos son insignificantes, o no tienen valor económico o quizás nos producen miedo o repulsión. Frente a la realidad científica que demuestra que no existe organismo que no cumpla un rol dentro del ecosistema, a menos que esté en proceso de desaparecer, tal percepción constituye solo un prejuicio nacido de la desinformación o de la conveniencia.
Sin embargo, a esto hay que agregar que el ser humano, la especie más extendida sobre el planeta es, contradictoriamente, la que menos se acomoda al hábitat que invade y que, por el contrario, tiende a dañarlo, asolarlo y depredarlo hasta su destrucción. Aplicando estas ideas a la vida en sociedad, a lo que hemos llamado la ecología social, descubrimos que el concepto de "alimaña" tiene su más apropiada concreción en la figura de determinados entes específicamente humanos que ocupan determinados nichos dentro de la organización, encargándose con ahínco en propiciar consciente o inconscientemente su destrucción. Tanto el propio instinto de conservación o impulso territorial, pasando por el afán de competencia o temor de ser sobrepasado por otros individuos del clan o grupo, hacen de estos gérmenes anquilosados se constituyan en los adalides del trabajo arador de la garrapata que, junto con alimentarse, corroe y distorsiona el organismo que le da hospedaje. También estos bicharracos establecen simbiosis con otros organismos que les ayudan en su tarea degeneradora, encapsulándose para que su accionar quede a buen recaudo de posibles anticuerpos, sean estos químicos o violentamente primitivos, aunque igualmente efectivos. Todos estos quistes están siendo, lamentablemente, obviados en la arremetida higienizante de las movilizaciones ciudadanas, siendo, no obstante, agentes tan destructivos como los superorganismos que tienen al país y a la educación sumidos en su más alarmante decadencia. Ojalá que de entre los estudiantes, cuya admirable acción ha conmovido al país, surjan los exterminadores que se encarguen de dichas alimañas.

martes, 2 de agosto de 2011

La educación pública es una necesidad básica



Juan Gajardo Quintana

Es de dominio público el exceso de profesionales universitarios que ha producido el sistema en el último tempo. Todas las familias quieren tener un universitario ente sus miembros, como símbolo de éxito y progreso social. Por otra parte, quienes diseñan las políticas educacionales, presentan como un gran logro la aparición de estudiantes terciarios de primera generación, es decir, el primero de la familia que accede a la posibilidad de convertirse en profesional de nivel superior. Y, como signo de los tiempos, creándose una necesidad, un deseo o aspiración, surge un mercado, una oferta que con más o menos costos, puede satisfacer ese anhelo tantas veces postergado. El surgimiento de una multiplicidad de universidades e institutos superiores de índole privada, vino a responder esa demanda que atraviesa a todos los segmentos de la sociedad, por muy humilde que sea. Lo interesante es que si agudizamos un poco la percepción, nos daremos cuenta que la oferta fue primero que la demanda. Efectivamente, en la década de los 80, el número de universidades era muy escaso en nuestro país. Estaba la Chile, la Católica, la de Concepción, Federico Santa María, Católica de Valparaíso, Austral, del Norte y Técnica del Estado. Cada una con sus respectivas sedes (de mayor o menor calidad) diseminadas por el territorio nacional. Obviamente, por lo mismo, en proporción a la población estudiantil, la cobertura era menor. De la noche a la mañana, la mayoría de las sedes desaparecieron o se convirtieron en casas de estudios regionales y gracias a la ley promulgada para tal efecto, apareció un número importante de casas de estudios superiores por iniciativa de privados, inversionistas, empresarios y diversos holding dedicados a las más diversas actividades industriales y comerciales. Pues bien, las universidades preexistentes y las que se derivaron de ellas, fueron agrupadas en un aparato denominado Consejo de Rectores y que desembocó en el actual CRUSH, donde prevalece o debiera prevalecer el sentido de servicio público de la educación, pero que curiosamente reúne a los estudiantes mejor posicionados económica y socialmente de Chile. Por su parte, la oferta privada, con toda su carga negativa, como es por ejemplo la baja calidad de la mayoría de ellas, las draconianas condiciones de crédito para acceder a sus claustros, y el estigma del lucro encubierto que practican, curiosamente “acoge” a aquellos jóvenes menos favorecidos desde todo punto de vista. Ese es uno de los puntos que sirven de base a las movilizaciones y exigencias de los estudiantes. Y son precisamente los que podríamos considerar “privilegiados” (por pertenecer a las universidades estatales), quienes llevan la voz cantante en las protestas. Sería más comprensible que los estudiantes de entidades privadas fueran los que se sintieran más perjudicados y movidos a alzar la voz. Pero así están las cosas. La universalidad y sentido público de las universidades estatales se refleja claramente en el accionar de los jóvenes manifestantes. La educación no es solamente aprender a desempeñarse operativamente en una profesión, sino que incluye la noción de ciudadanía, compromiso social y proyecto personal en consonancia con los demás. La universidad pública pone por obra estos principios y fomenta el diálogo, la crítica inteligente, el encuentro y la integración dentro de la diversidad. No se puede decir lo mismo de aquellos proyectos educativos sesgados en lo ideológico, como consecuencia de la identificación con algún credo político, económico-social o religioso. La universidad pública, y más aún, la educación pública, es una necesidad sin la cual una nación crecerá ciega como los topos, deambulando siempre por los mismos túneles y con miedo a la luz del conocimiento, la confrontación y el diálogo. En otras palabras, con temor a encontrarnos con el otro, con nuestros semejantes.

Chilenos ricos


(enviado por Jorge Pinochet Aedo)


Un CHILENO le envía un Mail con una pregunta a otro CHILENO, que radica en los EE.UU.

¿Por qué los CHILENOS somos pobres?

Respuesta del chileno que vive en EE.UU.:


Juan, como se ve que los árboles no te dejan ver el bosque.

Cómo puedes llamarte pobre, cuando eres capaz de pagar por un litro de bencina más del triple de lo que pago yo.

Cuando te das el lujo de pagar tarifas de electricidad, de teléfono y celular un 80% más caras de lo que me cuestan a mí, pagar comisiones por servicios bancarios y tarjetas de crédito del triple de lo que aquí nos cuestan; o cuando por un AUTO que a mí me cuesta 2.000 dólares, tú puedes pagar (por el mismo) 15.000 dólares.

¿Por que tú sí puedes darte el gusto de regalarle $13.000 dólares al gobierno y nosotros no?

Juan, ¡NO TE ENTIENDO!

Nosotros somos pobres, los habitantes de Florida. Por eso el Gobierno Estatal, teniendo en cuenta nuestra precaria situación financiera, nos cobra sólo el 2% de IVA (hay otro 4% que es Federal; total = 6%) Y no 19% como a ustedes los ricos que viven en CHILE.

Además, son ustedes los que tienen 'Impuestos al Lujo' como son los impuestos por gasolina y gas, alcohol, cigarros, puros, cerveza, vinos, etc.) que alcanza hasta el 320% del valor original, y otros impuestos como: GANANCIAS (impuesto sobre las utilidades y sueldos), Impuesto sobre automóviles nuevos, IMPUESTO A LOS BIENES PERSONALES (impuesto a los bienes de las empresas), Impuesto por uso de automóvil.

Y dichoso que todavía te das el lujo de pagar IVA por estos impuestos, además de todos los trámites y pagos estatales y municipales. Porque si ustedes no fueran ricos, ¿qué sentido tendría tener unos impuestos de ese calibre?

¿POBRES?, ¿de dónde? Un país que es capaz de cobrar el IMPUESTO A LAS GANANCIAS Y A LOS BIENES PERSONALES (mediante anticipos) POR ADELANTADO como CHILE necesariamente tiene que nadar en la abundancia, porque considera que los negocios de la nación y de todos sus habitantes siempre tendrán ganancias a pesar de saqueos y asaltos, mordidas, huracanes, temblores, corrupción, saqueo fiscal y del Transantiago, Ferrocarriles, Chile Recortes e inundaciones y por supuesto de seguro que todos deben de ganar muchísimo.

Los pobres somos nosotros, los que vivimos en USA que NO pagamos Impuesto sobre la Renta si ganamos menos de $3.000 dólares al mes POR PERSONA (más o menos $ 1.500.000.- pesos chilenos).

Y allí pagan guardias privados en bancos, condominios, municipales, etc. mientras que nosotros nos conformamos con la policía pública. Allí hasta envían a los hijos a colegios privados y mira si seremos pobres aquí en EE.UU., que las escuelas públicas te prestan los libros de estudio previendo que no tienes con qué comprarlos.

A veces me asombra la riqueza de los chilenos que piden un préstamo cualquiera, y son capaces de pagar 38% anual de
intereses, como mínimo.

¡¡¡ ESO ES SER RICO!!!

No como aquí, que apenas llegamos al 8% (generalmente 7.8%), justamente porque NO estamos en condiciones de pagar más.

Supongo que, como todo rico, tienes un AUTO y que estás pagando un 8 o 10% anual de seguro; si te sirve de información,
yo pago sólo $345 dólares por año. Y como te sobra el dinero, tú si puedes efectuar pagos anuales de aproximadamente $80.000 PESOS por concepto de eso que ustedes llaman IMPUESTO AL AUTOMOTOR, mientras que acá nosotros no podemos darnos esos lujos y cuando mucho pagamos $15 dólares anuales por el STICKER sin importar qué modelo de auto manejes, pero claro, eso es para gente apretada de recursos que no puede erogar los enormes flujos que ustedes los CHILENOS manejan.

Saca la cuenta. ¿Quién es el rico, y quién el pobre?

Por último, más del 10% de la población económicamente activa en CHILE NO TRABAJA .

Aquí, en cambio, sólo hay un 4% en la misma situación. ¿No te parece que el vivir sin trabajar es un lujo que sólo los ricos se pueden dar? Vamos hermano, te quedaste en CHILE porque eres RICO. Son los pobres como yo los que nos fuimos a probar suerte a otros lados.

Me contaron también que a los funcionarios regionales, provinciales y municipales, les paga el pueblo(indirectamente, claro) un MONTON de sueldo. Sin contar coimas, etc.. Qué envidia ¡¡ESO SÍ ES VIVIR EN LA RIQUEZA !!

Bueno, Juan, te mando un abrazo y ahí luego me cuentas cómo les va con el nuevo presupuesto y las elecciones municipales de este año; lo que sí es seguro es que les aumentaran más los impuestos. Pero no te preocupes, que la inflación te los va a diluir. Pero bueno, eso es lo de menos cuando se tiene plata para pagarlos.

Atentamente,

Tu pobre amigo inmigrante.